miércoles, 4 de mayo de 2011

Química, una ciencia milenaria

Puebla, Puebla.- "Chemistry: our life, or future; o Química: nuestra vida, nuestro futuro", es el lema del Año Internacional de la Química que se celebra este 2011, en el que conmemoran los 100 años de la fundación de la Asociación Internacional de Sociedades Químicas, y del Premio Nobel que se entregó a Marie Curie en esta disciplina.
Para destacar la importancia de esta ciencia en la materia viva e inerte del Universo, el maestro Ismael Soto López, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la BUAP, hizo un esbozo sobre la historia de la química moderna y su acontecer en la actualidad.

Expuso que en el Egipto antiguo, Kem era el término con el que se conocía al  barro -o tierra negra-, producido tras las inundaciones del Río Nilo, gracias al cual se fertilizaba la tierra, se daban las cosechas y además el hombre extraía de ésta sales y otros materiales que utilizaba para diversas tareas.

Al pasar de los años y con la influencia de la cultura árabe, a kem se le agregó el prefijo al, por lo que, a la práctica de extraer beneficios de esa tierra obscura se le llamó alkem, y más tarde llegó a ser conocida en Europa como alquimia.

El investigador indicó que entre los siglos XVII y XVIII, transcurrió una corriente de pensadores que planteaban la imposibilidad de que las cosas vinieran o desaparecieran de la nada, éstas no se atribuían a conjuros o fórmulas mágicas, sino que se debían a algo más sistemático. Dicha corriente fue impulsada en Inglaterra por Robert Boyle hacia el año 1640.

En 1789 en Francia, Antoine Laurent Lavoiser recopiló los conocimientos que surgieron en dicha corriente del pensamiento y publicó el Tratado elemental de química, “al cual podríamos denominar como el acta de nacimiento de la química moderna”, dijo.

En este texto Lavoiser plasma las bases de la química moderna, entre ellas La ley de la conservación de la materia y la energía, “en la que hecha por tierra todos los conocimientos alquimistas y plantea que nada se crea ni se destruye, sino que todo se transforma. Así es como se cambia el nombre de alquimia a química”.

Este científico además manejó el concepto de los elementos químicos, y aunque ya se conocían el oro, plata, mercurio, o hierro, no fue hasta ese entonces que se definieron como lo más “elemental y simple que hay en la materia”, agregó Soto López, quien coordina el laboratorio de Química Inorgánica en la FCQ.

Cuando Lavoisier se había propuesto elaborar un listado de los elementos químicos, estalló la revolución francesa y como él era considerado como hambreador del pueblo, lo tomaron preso en 1792. 

“Su juicio tardó dos años y finalmente un 7 de mayo de 1794 entre las 5 y 6 de la mañana, fue llevado a la guillotina; él trató de defenderse argumentando ser sólo un químico, pero la negativa fue rotunda ya que la ideología plantaba que la patria no necesitaba de químicos”.

Respecto a este hecho, el académico hizo una analogía con el acontecer actual de los egresados de las escuelas y facultades de química, “ya que aunque tengan deseos de ejercer su profesión, el discurso sigue siendo el que la patria no necesita de químicos”.

Hoy en día gracias a esta ciencia, es posible saber por ejemplo, que el universo estás compuesto en un 90% por hidrógeno y en el 10% restante están todos los demás elementos; por ello su estudio es trascendental para comprender la naturaleza y apostar por un mejor futuro, concluyó.

La celebración del 2011 como Año Internacional de la Química, fue declarado por la Asamblea General de Naciones Unidas el 30 de diciembre del 2008, a iniciativa de la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada y la UNESCO.

Los objetivos de esta celebración son entre otros, aumentar la apreciación pública hacia la química, promover entre los jóvenes el interés y generar entusiasmo por el futuro creativo de esta ciencia, finalizó el Maestro Soto López.

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